PAN DIARIO
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
S. Mateo 6:11 RVR1960
Nuestra vida refleja aquello con lo que nos alimentamos; es evidente que cuando consumimos buenos nutrientes, nuestro semblante es óptimo, mantenemos energía y buena salud; es necesario que a diario le suministremos los elementos necesarios a nuestro cuerpo y que de la misma manera sea nutrido nuestro espíritu; Tal como oramos a Dios para que nos dé el alimento físico cada día, debemos pedirle que nos de la palabra precisa cada mañana; es posible que este sea el alimento exacto para que nuestro espíritu se fortalezca y se sane en determinado momento.
Jesús le respondió: Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Mateo 4:4 NVI
En la antigüedad, Dios alimentaba diariamente a su pueblo con lo que necesitaba:
El SEÑOR le dijo a Moisés: —Voy a hacer que les llueva comida del cielo. Cada día, el pueblo irá y recogerá sólo lo necesario para ese día. De esta manera los pondré a prueba para saber si realmente obedecen mis leyes.
Éxodo 16:4 PDT
Los israelitas llamaron a esa comida "maná". Era blanco como semilla de cilantro y sabía a hojuelas con miel.
Éxodo 16:31 PDT
En la actualidad Dios no solamente nos provee del alimento físico, sino del pan que hace más de 2000 años descendió del Cielo: Jesucristo, nuestro amado Rey a través de su palabra quiere hablarnos diariamente y alimentarnos con su presencia.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
S. Juan 6:51 RVR1960
Jesús es el verdadero alimento y está a nuestra disposición; el alimento físico es perecedero, el alimento que Dios da es eterno.
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
S. Juan 6:32-35 RVR1960
¡Toma el mejor desayuno, toma de Jesús y tendrás un buen semblante!
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
S. Juan 6:53-57 RVR1960
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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