¡PARA NO CALLAR!

Tú cambiaste mi duelo en alegre danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría, para que yo te cante alabanzas y NO ME QUEDE CALLADO. Oh Señor, mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!

Salmos 30:11‭-‬12 NTV

Aquellos que tenemos un corazón agradecido debemos gritar a los cuatro vientos las maravillas del Señor, contarle al mundo entero que contamos con un Dios bueno, el único que tiene la facultad de transformar nuestra tristeza en alegría.

Quienes hemos experimentado una tristeza profunda, sabemos lo desagradable que es esa sensación; la pérdida de un ser querido, un duelo sentimental o cualquier otra circunstancia puede llevarnos a estar con el corazón adolorido y tener el ánimo por el piso, a tal punto de creer que no volveremos a sonreír; sin embargo ahí está Jesús dándonos la fórmula,  enseñándonos la manera de ser felices, animando nuestra alma, trayendo paz, gozo  sobrenatural, la cual nadie puede brindarle al ser humano; la clave para ser felices es obedecer su palabra. 

He obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. De la misma manera, si ustedes obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Les he dicho esto para que sientan la misma alegría que yo siento, y para que sean completamente felices.

Juan 15:10‭-‬11 PDT

Todos los que hemos experimentado ese otro estado, esa paz sobrenatural, los que hemos pasado de la tristeza a la alegría podemos decirle al mundo entero que la fórmula de Jesús es garantizada, por esa razón le compartimos a aquellos que encontramos en el camino que Jesucristo es la Vida, la salida a nuestra necesidad, nuestro todo, solo es abrirle la puerta del corazón.

No nos podemos quedar callados sin decir lo que hemos visto y oído.

Hechos 4:20 PDT

¡No podemos callar!

Dios te bendiga

Julia Andrea Bustamante