POR GRATITUD

 


“¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?”

Salmo 116:12 (RVR1960)

 

Servir a Dios esperando bendiciones a cambio, como si el servicio fuera una transacción, no es correcto, la verdadera motivación que agrada a Dios es la gratitud: reconocer cuánto nos ha amado, cuánto ha hecho por nosotros, y responderle con entrega voluntaria y amorosa.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

Romanos 12:1

El anterior texto nos recuerda que la base de nuestra entrega a Dios es “las misericordias de Dios”. Pablo no nos pide servir a Dios por miedo o por obligación, sino por todo lo que ya hemos recibido de Él: perdón, salvación, paz, vida eterna. Servirle es simplemente una respuesta lógica y amorosa a su gracia.

El versículo inicial en Salmo 116:12 refleja el corazón de alguien profundamente agradecido. El salmista no pregunta qué puede hacer para ganar el favor de Dios, sino cómo puede corresponder a tanto amor ya recibido. Esa es la actitud que transforma el servicio cristiano en adoración genuina.

Oremos:

Padre, gracias por todo lo que has hecho por mí. No merezco tu gracia, pero la he recibido con amor. Ayúdame a servirte cada día no por obligación, sino con gratitud. Que mi vida entera sea una respuesta a tu misericordia, en el nombre de Jesús, Amén.

 

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

BLOG PARA SEDIENTOS