¡PRESTA TU HOMBRO!
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios que siempre nos da consuelo. Dios nos consuela en todos nuestros sufrimientos para que también nosotros podamos consolar a quienes sufren, dándoles el mismo consuelo que recibimos de él.
2 Corintios 1:3-4 PDT
La palabra consuelo según el diccionario significa descanso, alivio de la pena, molestia o fatiga que aflige y oprime el ánimo.
Todos en algún momento hemos pasado por aflicción, desánimo y en muchas ocasiones el único consuelo que recibimos es el de Dios, el cual viene a ser tan efectivo, tan sanador que queremos ofrecerlo a aquellos que Dios nos va colocando en el camino, por esa razón es que el apóstol Pablo escribe el anterior texto bíblico.
Como el que recibe consuelo de la mamá, así yo los consolaré a ustedes.
Isaías 66:13a PDT
Quienes somos madres sabemos el dolor de ver a un hijo afligido, pasando por dolor, es así que llenas de amor y misericordia les damos consuelo, los abrazamos hasta que se sientan más animados y reconfortados, es sentir su dolor, identificarnos con aquello que están viviendo; asimismo el Señor se compadece de nosotros y nos brinda su aliento.
Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen. Porque Él sabe de qué estamos hechos, Se acuerda de que solo somos polvo.
Salmo 103:13-14 NBLA
Si has recibido consuelo de nuestro Padre Celestial, mira alrededor, hoy puedes darle consuelo a alguien que lo necesita, fuiste consolado para consolar.
¡Presta tu hombro!
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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