PROPONERSE
"Daniel PROPUSO en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió por tanto al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse"
(Daniel 1:8).
En el libro de Daniel, vemos a un joven que tomó una decisión valiente al no contaminarse con la comida y el vino del rey Nabucodonosor. Este acto no fue solo una cuestión de dieta, sino una expresión de su compromiso con Dios. La comida del rey probablemente incluía alimentos que eran impuros según la ley judía o que habían sido ofrecidos a ídolos. Daniel se mantuvo firme en su convicción de no apartarse de los mandamientos de Dios, aun en una cultura extranjera.
En la actualidad, "la comida del rey" puede simbolizar todas las influencias que el mundo trata de imponer en nuestra vida diaria. Puede referirse a compromisos que nos apartan de los valores y principios de nuestra fe, como los entretenimientos que no edifican, las prácticas corruptas o la presión social para conformarse a normas que van en contra de lo que Dios nos enseña.
Al igual que Daniel, nosotros también enfrentamos decisiones diarias que pueden afectar nuestra pureza espiritual. ¿Qué compromisos hacemos con el mundo? ¿Qué estamos permitiendo en nuestras vidas que podría alejarnos de Dios? Debemos evaluar nuestras decisiones y determinar si están alineadas con los principios bíblicos.
1. Cuidar lo que entra a nuestras vidas:
"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida."
Proverbios 4:23
Al igual que Daniel decidió no contaminarse, debemos cuidar lo que permitimos en nuestra mente, corazón y espíritu.
2. No conformarse a las normas del mundo
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Romanos 12:2
Así como Daniel, se nos llama a no dejarnos moldear por las influencias de este mundo, sino a vivir según los valores de Dios.
3. Depender de Dios para mantener nuestra pureza:
Daniel no solo rechazó la comida del rey, sino que confió en Dios para sostenerlo
"fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir."
1 Corintios 10:13
Esto nos recuerda que con Su ayuda podemos mantenernos firmes, sin importar la presión que enfrentemos.
Oremos: Señor, al igual que Daniel, ayúdame a no contaminarme con las influencias de este mundo que quieren apartarme de Ti. Dame sabiduría para discernir lo que es puro y santo, y fortaleza para vivir conforme a tus principios. Que mi vida sea un reflejo de mi amor y devoción por Ti. Amén.
Recordemos la importancia de mantener nuestra pureza espiritual en un mundo que constantemente busca alejarnos de los caminos de Dios
¿QUÉ TAL SI NOS PROPONEMOS LO MISMO DANIEL?
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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