¿QUÉ CARTA ERES?

Me dije: Tendré cuidado con lo que hago y no pecaré en lo que digo. Refrenaré la lengua cuando los que viven sin Dios anden cerca.

Salmos 39:1 NTV

Nuestras acciones y nuestras palabras siempre son vistas y escuchadas por otras personas, a veces no somos conscientes del impacto que pueden hacer en aquellos que tenemos alrededor, especialmente en aquellos que viven sin Dios; podemos vernos señalados y mucho más delicado, hacer que el nombre de nuestro Dios sea Blasfemado.

Con razón dice la Escritura: Los paganos ofenden a Dios por culpa de ustedes.

Romanos 2:24 DHH94I

Nuestro testimonio hará que el nombre de Dios sea exaltado y reconocido o hará que las personas no quieran conocerlo; es vital que revisemos aquello que estamos haciendo y lo que estamos hablando, es un buen momento para hacer un autoanálisis y saber de qué manera estamos ofendiendo al Señor.

¡Dime en qué te he faltado! ¡Muéstrame en qué te he ofendido!

Job 13:23 TLA

Que nuestro anhelo y oración sea como la del apóstol Pablo, honrar a Dios con nuestra manera de vivir hasta que nos llame a su presencia.

Mi principal deseo y esperanza es no fallarle a Cristo. Espero seguir, como siempre, teniendo el valor necesario para honrar a Cristo a través de mi vida, sin importar si vivo o muero. Porque para mí, vivir es servir a Cristo y morir sería una ganancia.

Filipenses 1:20‭-‬21 PDT

Quizás tú y yo seamos el único mensaje que nuestro prójimo conozca, somos esas cartas agradables o desagradables que leen mientras observan nuestro testimonio.

La única carta de recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta escrita en nuestro corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo que hicimos entre ustedes. Es evidente que son una carta de Cristo que muestra el resultado de nuestro ministerio entre ustedes. Esta «carta» no está escrita con pluma y tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No está tallada en tablas de piedra, sino en corazones humanos. 2 Corintios 3:2‭-‬3 NTV