¿QUÉ QUIERES OIR?
El rey Acab contestó: Hay otro profeta, Micaías hijo de Imlá, pero lo detesto porque cuando él habla de parte del SEÑOR nunca me dice nada agradable. Siempre dice lo que no me gusta. Josafat le dijo: El rey no debería hablar así.
1 Reyes 22:8 PDT
Nuestros oídos fueron creados con fines muy especiales: Para comunicarnos, para percibir el entorno, para escuchar palabras de bendición, de amor, agradables, con el fin de darnos felicidad; también fueron creados para amonestarnos cuando es necesario; por tal razón debemos recibir de buena manera cuando somos exhortados de parte de Dios, pues a veces no es precisamente lo que queremos oir, así como lo expresaba el Rey Acab acerca del profeta Micaías.
Hay palabras que son demasiado duras de parte del Señor, difíciles de recibir, pero necesarias para nuestro crecimiento espiritual; si Dios nos llama la atención no es para que nos sintamos mal sino para llevarnos a la verdad, a la libertad que fuimos llamados y para que vivamos la plenitud en Él.
Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
S. Juan 6:60-64 RVR1960
Es mejor escuchar las palabras sinceras llenas de amor y que nos lleven a la vida, que las palabras aduladoras que nos lleven a la muerte; nuestro amigo Jesús a veces nos reprende con palabras duras, pero son aquellas las que nos llevan al camino eterno.
Las heridas de un amigo sincero son mejores que muchos besos de un enemigo.
Proverbios 27:6 NTV
¿QUÉ QUIERES OIR?
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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