¿QUÉ TE HACE LLORAR?

Mis ojos me duelen de tanto llorar. SEÑOR, oro a ti todos los días; hacia ti levanto mis manos.

Salmos 88:9 PDT

Todos en esta tierra hemos llorado por diferentes motivos, el llanto es una expresión que el Señor nos regaló para poder manifestar alguno de nuestros sentimientos, estos nos fueron dados en el momento de Dios crear al hombre a su imagen y semejanza, quiere decir que el Señor también tiene sentimientos, con la diferencia que Él sabe controlarlos porque es un ser espiritual y además siendo el Verbo hecho carne le permitió a la palabra de Dios partir el alma del espíritu, para que su espíritu controlara su vida , recordemos que Jesús además de ser 100 % divino fue 100% hombre, ¿recuerdas que lo hemos estudiado en los anteriores devocionales?

La palabra de Dios nos muestra en diferentes pasajes, como el Señor Jesús expresó con lágrimas sus sentimientos.

1. Cuando su amigo Lázaro murió.

María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.

S. Juan 11:32‭-‬36 RVR1960

2. Cuando vio a Jerusalén destruida por el pecado:

Cuando Jesús estaba a punto de entrar a Jerusalén y vio la ciudad, lloró por ella y dijo: Si sólo supieras hoy lo que te trae paz, pero no puedes saberlo porque está oculto para ti.

Lucas 19:41‭-‬42 PDT

3. Cuando pasó por la prueba de la muerte y crucifixión.

Cuando Cristo vivió en la tierra, oró a Dios y le pidió ayuda, porque era el único que lo podía salvar de la muerte. Jesús oró llorando y suplicando a gritos, y Dios respondió a sus oraciones porque Jesús era humilde y hacía todo lo que agradaba a Dios.

Hebreos 5:7 PDT

Hoy el Señor te pregunta: ¿Qué te hace llorar ? La decepción, la escasez, la injusticia, la impotencia, el miedo, la pérdida de alguien, la ira, en fin.

Dios nos llama bienaventurados a los que hemos llorado, porque en el clamor, en la tristeza se presenta aquel amigo que nos dejó Jesús en la tierra, un amigo que no podemos ver, pero podemos sentir, los que hemos experimentado la paz y la fortaleza sobrenatural, podemos decir que es real, es nuestro amigo el Espíritu Santo de Dios.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

S. Mateo 5:4 RVR1960

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

S. Juan 14:16‭-‬17 RVR1960

Hoy te puedo decir que cuentas con el mejor amigo , está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, llorará contigo porque también siente, a su vez te dará consuelo porque es el más dulce de las personas y su fuerza es derramada para consolar a aquel que acude a Él, de esa manera aprenderemos a dar consuelo al que lo necesite en determinado momento.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios que siempre nos da consuelo. Dios nos consuela en todos nuestros sufrimientos para que también nosotros podamos consolar a quienes sufren, dándoles el mismo consuelo que recibimos de él. Así como compartimos los enormes sufrimientos de Cristo, podemos compartir con otros el consuelo que él nos da.

2 Corintios 1:3‭-‬5 PDT

Hay lágrimas de gratitud también que son las que más anhela el Señor que derramen tus ojos y los míos.

Llorando de alegría, José abrazó a Benjamín, y Benjamín hizo lo mismo. Luego José besó a cada uno de sus hermanos y lloró sobre ellos, y después comenzaron a hablar libremente con él.

Génesis 45:14‭-‬15 NTV

Este último versículo nos muestra como un personaje como José después de haber pasado por diferentes pruebas llora de alegría al ver la respuesta del Señor.

Tu historia también puede cambiar en algún momento, tus lágrimas de hoy, pueden ser la alegría de mañana.

Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices.

Salmos 30:5bTLA

Dios te bendiga

Julia Andrea Bustamante