¿QUIERES PAN DE CEBADA?
Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
S. Juan 6:9 RVR1960
Según estudios, en la antigüedad, la cebada era utilizada para hacer el pan sin levadura, tenía un bajo costo, la razón era porque no tenía el sabor que tiene el trigo, lo llamaban el pan de los pobres, sin mayor valor.
En el versículo enunciado del evangelio de Juan observamos que el Señor Jesús, hace de unos "simples panes de cebada" un inmenso milagro, toma algo sencillo, de poca importancia , lo bendice , lo hace crecer, y multitudes fueron saciados con algo "supuestamente" insignificante.
Una vez que quedaron satisfechos, dijo a sus discípulos: Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada. Así lo hicieron y, con los pedazos de los cinco panes de cebada que les sobraron a los que habían comido, llenaron doce canastas.
Juan 6:12-13 NVI
¿Sabías que con esta enseñanza , el Señor Jesús nos está mostrando que Él es como ese Pan de cebada? Muchos lo llaman insignificante, no le dan el valor que tiene para saciar sus vidas, lo subestiman, sin embargo, Él es el Pan de Vida que puede llenar todos los vacíos de un corazón hambriento, es el pan de todos los pobres de espíritu que desean el Reino de los cielos.
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
S. Mateo 5:3 RVR1960
Todos los que reconocemos esa hambre y esa pobreza de espíritu, estamos invitados a disfrutar gratuitamente de Él, hay para todos, un poco de Él alimenta a multitudes.
¿Alguien tiene sed? Venga y beba, ¡aunque no tenga dinero! Vengan, tomen vino o leche, ¡es todo gratis! ¿Por qué gastar su dinero en alimentos que no les dan fuerza? ¿Por qué pagar por comida que no les hace ningún bien? Escúchenme, y comerán lo que es bueno; disfrutarán de la mejor comida.
Isaías 55:1-2 NTV
Si todavía no hay saciedad en tu vida, es probable que no hayas comido del Pan de Vida que descendió del cielo, Dios quiere que te alimentes de Él, vamos come un poco y te aseguro que quedarás tan satisfecho que podrás convidar a otros y sobrará para tu provisión.
Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.
Juan 6:35 NTV
¿Qué esperas para llenar tu vida?
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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