¡QUIETOS!
¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero.
Salmos 46:10 NTV
El ser humano a veces cree que con sus propias fuerzas alcanzará todo lo que se propone; sin embargo llega el momento en el que no sabe qué hacer o entiende que la situación se torna tan delicada que necesita una ayuda sobrenatural. En ese momento es cuando el Señor habla al corazón y dice: ¡DÉJAME A MÍ, YO LO HAGO, TÚ QUÉDATE QUIETO!
Cuando el Señor toma el control de todas las cosas es para recibir toda la Gloria, todo el reconocimiento, para que el ser humano pueda comprender que el Dios que hizo el universo tiene la Potestad de enfrentar la más difícil de las situaciones; De ahí la parte del texto que dice:
"Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero".
En estos tiempos finales, todo el mundo se podrá dar cuenta del Dios temible que vive y reina por la eternidad, el Dios que hace enmudecer toda voz que se le oponga a sus propósitos.
Los poderes angélicos más altos quedan en reverencia ante Dios con temor; él es mucho más imponente que todos los que rodean su trono. ¡Oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales! ¿Dónde hay alguien tan poderoso como tú, oh Señor? Eres completamente fiel. Gobiernas los océanos; dominas las olas embravecidas por la tormenta. Aplastas al gran monstruo marino; dispersas a tus enemigos con tu brazo poderoso. Los cielos te pertenecen y la tierra también; todo lo que hay en el mundo es tuyo; tú lo creaste todo. Creaste el norte y el sur; el monte Tabor y el monte Hermón alaban tu nombre. ¡Poderoso es tu brazo! ¡Fuerte es tu mano! Tu mano derecha se levanta en alto con gloriosa fuerza.
Salmos 89:7-13 NTV
Así que si algo te está quedando grande, ¡QUÉDATE QUIETO!
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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