REIR Y LLORAR

 



Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran.

Romanos 12:15 NTV


Todos en nuestro caminar por la vida vamos a experimentar momentos alegres y momentos tristes; la palabra de Dios nos dice que hay tiempo para reír y tiempo para llorar.


Todo tiene su momento; todo lo que sucede bajo el cielo ocurre de acuerdo a un plan.  Hay un tiempo para llorar y otro para reír; un tiempo para estar triste y otro para bailar de alegría.

Eclesiastés 3:1‭, ‬4 PDT



En este momento nosotros o alguien cercano, puede estar experimentando una alegría intensa o estar pasando por un dolor enorme; la invitación que nos hace el Señor en su palabra es compartir esa felicidad con los que están dichosos o llorar con aquellos que están destrozados.

Hace días en otro devocional compartimos que en estos últimos tiempos se está reflejando la frialdad en el corazón de los seres humanos, la insensibilidad en los corazones, la indiferencia ante los acontecimientos de la vida.


Debido a que habrá mucha maldad, el amor de muchos se irá enfriando.

Mateo 24:12 PDT



Nuestro Señor Jesús, siempre será nuestro modelo a seguir.

Pidamos en oración que cada día seamos más sensibles a los demás y podamos estar ahí con los que ríen y con los que lloran; hagámoslo pensando en que si lo hacen con nosotros, estaríamos muy complacidos.


En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.

1 Pedro 3:8 NVI


Dios te bendiga


Julia Andrea Bustamante


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En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. S. Juan 7:37‭-‬38 RVR1960 PRESENTACIÓN Solo bastan dos cosas: -Reconocer que nuestra vida tiene sed, esta es la necesidad de ser plenos en  todo el sentido de la palabra. -Creer en aquel que puede satisfacerla. Por años busqué en muchas fuentes; Todas ellas rotas, porque ninguna me ayudó a satisfacerlas. Fue aquel 28 de octubre de 2004 que aquella fuente de vida tocó la puerta de mi corazón, Aquel quien conoce todo de mí sabía la inmensa necesidad que me tenía oprimida. Si estás leyendo este blog puede ser que te encuentras en esa situación; Espero que el Río del Señor Jesucristo sacie todo tipo de sed y todo vacío de tu corazón, que de El broten esos ríos de agua viva para compartir con los que se presenten en tu camino. Julia Andrea Bustamante.
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