SAZONA CON SAL
¿Te ha sucedido que te dicen algo y te ofende? o también
te ha pasado que a veces abres los labios para hablar algo y no mides las palabras que van a salir de allí, y dices ¿por qué dije eso? y nos pesa haber hecho sentir mal al que nos escuchó ; esto se debe a que nos falta pensar antes de hablar o que en nuestro corazón es necesario cultivar mucho más la presencia de Dios y sus palabras.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
S. Lucas 6:45 RVR1960
La pregunta que nos podemos hacer es:
¿Qué es lo que abunda en nuestro corazón?
De lo que lo estemos llenando es lo que abundará, si todo el tiempo estamos almacenando recuerdos negativos, malas palabras, amargura, lo más seguro es que de eso vamos a hablar.
El corazón y la mente siempre están enlazadas, de aquí que los pensamientos bajan al corazón y de allí salen por nuestra boca.
En la palabra de Dios nos animan a pensar siempre cosas buenas.
Mi boca hablará con sabiduría y mi corazón con inteligencia.
Salmos 49:3 PDT
Nuestro anhelo y motivo de oración a diario debe ser, que cada que abramos nuestros labios podamos enriquecer a nuestros oyentes con las palabras que el Señor coloque en nuestra boca.
Luego el SEÑOR extendió su mano y me tocó la boca, y me dijo el SEÑOR: He puesto mis palabras en tu boca.
Jeremías 1:9 PDT
Sus dulces palabras nos pueden alimentar cada día, en la manera que permanezcamos en relación con Él, cuando hablamos con un buen amigo al final adoptamos el lenguaje que este utiliza.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Colosenses 4:6 RVR1960
Que nuestra meta diaria sea tomar el mejor alimento, el que no perece, el que hará que abunde en nuestro corazón las mejores palabras, las palabras de nuestro amigo, el Verbo de Dios llamado Jesús.
¡Te invito a que alimentemos nuestro corazón con el Pan de Vida y a Sazonar con sal antes de hablar!
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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