SEGURO EN SUS BRAZOS
"Porque
Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso."
Proverbios 3:26
(RVR1960)
Hay momentos en la vida en que parece
que el suelo tiembla y somos nosotros quienes estamos temblando. Nos sentimos
inseguros, confundidos, sin saber qué decisión tomar o qué camino coger. Pero
en medio de todo eso, Dios nos recuerda algo poderoso: Él es nuestra
confianza.
Cuando todo lo demás falla, Dios
nunca falla. No importa lo inestable que parezca nuestro mundo, podemos caminar
con seguridad si estamos sostenidos por Él.
Este versículo no solo nos anima
a confiar, sino que promete algo más: Dios mismo nos cuida para que no
tropecemos, no caigamos en la trampa del enemigo ni quedemos atrapados en el
miedo. Es como un padre que agarra con firmeza la mano de su hijo al cruzar
la calle: no importa lo que venga, el niño está seguro.
"Diré yo a
Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré."
Salmo 91:2
Dios es nuestro lugar seguro, no solo nos protege, sino que también podemos
correr a Él cuando nos sentimos vulnerables.
"No temas,
porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."
Isaías 41:10
Este versículo es un abrazo directo de Dios a nuestro
corazón. Él no solo promete estar presente, sino que nos da fuerza y nos
sostiene firmemente.
"No dará
tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda."
Salmo 121:3
Es una promesa muy parecida a la de Proverbios 3:26. Dios
está atento, cuidando nuestros pasos, evitando que caigamos o quedemos
atrapados.
"Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones
y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."
Filipenses 4:6-7
Cuando confiamos en Dios, su paz
guarda no solo nuestros caminos, sino también nuestros pensamientos y
emociones. Nos da seguridad incluso cuando el panorama es incierto.
Oremos:
Padre Celestial, gracias porque
puedo confiar en Ti aun cuando no entiendo todo lo que pasa a mi alrededor.
Ayúdame a recordar que Tú me cuidas, me guías y no dejarás que mis pies
tropiecen. Hoy descanso en tus brazos seguros en el nombre de Jesús. Amén.
Dios te continúe
bendiciendo
Julia Andrea
Bustamante
Comentarios
Publicar un comentario