SIN MÁSCARAS

 




Vivimos en un mundo donde la mentira parece normal. Muchos mienten para quedar bien, para evitar problemas o para conseguir lo que quieren. Pero la mentira siempre nos ata, nos hace vivir con miedo y nos aleja de la paz verdadera. Jesús dijo:


"Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí."

Juan 14:6

Jesús no solo habla la verdad, Él es la Verdad. Cuando caminamos con Él, aprendemos a vivir en luz, sin máscaras ni engaños.

La mentira es obra del enemigo. Jesús dijo:

"Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira."
Juan 8:44

¡Qué palabras tan fuertes del Señor Jesús! Cada vez que mentimos, estamos actuando como el enemigo. Pero Jesús vino a rescatarnos, a darnos una nueva identidad, y a enseñarnos a vivir en sinceridad.

Cuando decidimos seguir a Jesús, la verdad se convierte en nuestro escudo y nuestra fortaleza. Aunque a veces decir la verdad pueda traernos problemas, siempre nos traerá paz al corazón y bendición a largo plazo.

Muchas veces creemos que la libertad significa hacer lo que queremos, pero en realidad, vivir en pecado y mentira nos esclaviza. La verdad de Cristo rompe esas cadenas y nos permite vivir sin culpa, sin miedo y con un corazón en paz. No se trata solo de saber información correcta, sino de conocer a Jesús personalmente y dejar que su verdad transforme nuestra vida.

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."

Juan 8:32

Como cristianos formamos un solo cuerpo: la iglesia. Si uno miente, todos se afectan. La mentira destruye la confianza y rompe la unidad. Hablar con verdad fortalece nuestras relaciones y refleja el carácter de Cristo en nosotros.

 "Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros."

 Efesios 4:25

Cuando vivimos con integridad, es decir, siendo honestos y transparentes, podemos andar tranquilos, sin miedo a ser descubiertos. Quién miente o engaña siempre vive con temor y tarde o temprano enfrenta consecuencias dolorosas. Dios honra a los que son íntegros, y su vida se llena de paz y seguridad.

 "El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado."  Proverbios 10:9

Oremos:

Señor Jesús, gracias porque Tú eres la Verdad. Ayúdame a vivir con un corazón sincero, a hablar siempre con honestidad y a reflejar tu luz en cada área de mi vida. Líbrame de toda mentira y lléname de tu paz. Amén.

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante

 

 

 

 

 

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