SIN TIMIDEZ

 


Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, SINO DE PODER, DE AMOR Y DE DOMINIO PROPIO.

2 Timoteo 1:7 NVI


Según la Real Academia de la Lengua española (RAE) el término timidez procede del latín timidus, que significa temeroso, se define el término tímido haciendo referencia a un individuo "temeroso, medroso, encogido y corto de ánimo"

En el texto bíblico enunciado vemos como el Señor nos dice que lo que ha colocado en nuestro espíritu es PODER, AMOR Y DOMINIO PROPIO, pues la timidez o cobardía como también puede llamarse no permite ejercer el aquello que Dios ha colocado en nosotros,


El PODER de Dios ha sido dado en el momento que llegó a nosotros el Espíritu Santo cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón, ese poder hace que podamos testificar de Dios delante de cualquier tipo de persona, hacer lo que Dios nos ordene y renunciar a lo que tengamos que renunciar.


Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.

Hechos 1:8 NTV


El texto inicial además nos habla que Dios no nos ha dado timidez para AMAR; en nuestro corazón está el amor del Señor para mostrarles con valentía a aquellos que necesitan conocer el verdadero amor, la fe y una esperanza; no podemos callarnos, no debemos sentirnos apocados a la hora de dar el amor de Dios al prójimo.


Esa esperanza no nos va a fallar porque Dios nos dio el Espíritu Santo, quien ha derramado el amor de Dios en nosotros.

Romanos 5:5 PDT


Por último, la timidez debe ser manejada por el DOMINIO PROPIO que Dios nos ha dado, es la templanza para hablarle a nuestra voluntad en el momento que creemos que no somos capaces de hacer, decir o comportarnos como Dios nos dice en su palabra, es la capacidad de decir si o decir no cuando se requiere.


El Espíritu que es don de Dios, no quiere que temamos a la gente, sino que tengamos fortaleza, amor y dominio propio.

2 Timoteo 1:7 NBV


La timidez o cobardía como se define al inicio hace alusión a la persona temerosa, tiene como propósito opacar aquello que Dios ha otorgado al creyente para la edificación de la iglesia y crecimiento personal; es una de las sutiles estrategias del enemigo para detener la obra del Señor.


El Espíritu Santo que habita en nosotros quiere que le permitamos mostrar su PODER, su AMOR y su DOMINIO PROPIO en cada momento de nuestra vida y sin timidez.


Dios te continúe bendiciendo


Julia Andrea Bustamante 





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