SOL PARA TODOS

 


Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su SOL SOBRE MALOS Y BUENOS, y que hace llover sobre justos e injustos” 

(Mateo 5:44-45).

Este pasaje muestra la gracia común de Dios, la cual se extiende a toda la humanidad, sin importar su comportamiento o relación con Él. El sol y la lluvia son símbolos de provisión y bendición esenciales para la vida, y Dios las da tanto a los justos como a los injustos. Esto no solo revela su amor imparcial, sino que nos enseña a reflejar ese amor en nuestras relaciones.

“Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras”.

Salmos 145:9 

En un mundo que valora la retribución y la justicia personal, el llamado a amar y orar por quienes nos dañan es un desafío. Sin embargo, Jesús nos invita a adoptar el carácter de nuestro Padre celestial: ser generosos en bondad, aún con quienes no lo merecen según nuestra lógica humana.

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y SERÉIS HIJOS del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.”

Lucas 6:35

Una promesa para los seres humanos es que si queremos ser verdaderamente hijos de Dios debemos amar a los que no son tan buenos con nosotros.

 “Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.”

Romanos 12:20

La forma en que Dios derrama sus bendiciones sobre todos, debe inspirarnos a vivir con un espíritu de generosidad y perdón. ¿Hay alguien a quien encuentras difícil amar o perdonar? Ora por esa persona, y pídele a Dios que te ayude a mostrarle la gracia que Él te ha mostrado a ti.

¡Recuerda que el Sol es para todos, para buenos y malos!

Oremos:

Señor, gracias porque tu bondad se extiende a todos, incluso cuando no la merecemos. Ayúdame a amar a los demás con el amor que Tú me das, especialmente a quienes me es más difícil. Enséñame a reflejar tu carácter en cada acción. Amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante 




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