¡SUS DICHOS, MI AYUDA!
En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
Salmos 119:11 RVR1960
Todos los que hemos sido rescatados por el Señor, los que nos hemos arrepentido de corazón por las ofensas hechas a nuestro Padre Celestial, tenemos interiorizado agradarle en todo momento, sin embargo dentro de nosotros hay una naturaleza caída que tiende a hacer lo malo.
Yo sé que en mí el bien no tiene vida, es decir, no reside en mi naturaleza humana. Hay en mí el deseo de hacer el bien, pero no puedo llevarlo a cabo. En efecto, no hago el bien que quiero hacer, sino que hago el mal que no quiero hacer. Entonces si hago lo que no quiero hacer, no soy en realidad yo el que hace el mal, sino el pecado que vive en mí.
Romanos 7:18-20 PDT
A pesar de tener la naturaleza de pecado, el Señor nos da una herramienta para mantenernos en santidad, leer su palabra, interiorizar sus dichos, meditar en ellos nos ayuda a no practicar el pecado, ese era el deseo y oración del salmista
Yo te busco de todo corazón y llevo tu palabra en mi pensamiento. Manténme fiel a tus enseñanzas para no pecar contra ti.
Salmos 119:10-11 TLA
Vivir en santidad en un mundo lleno de oscuridad y de pecado sí es posible ¡SUS DICHOS, MI AYUDA!
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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