TODO TIENE SU TIEMPO

 


Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo.

Eclesiastés 3:1 NTV


Otra versión: 

Todo tiene su momento; todo lo que sucede bajo el cielo ocurre de acuerdo a un plan.

Eclesiastés 3:1 PDT


El versículo anterior nos da a entender que en la vida tendremos momentos de todo tipo. Para ampliar el panorama veamos la continuación del pasaje de las escrituras.


Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. Un tiempo para matar y un tiempo para sanar. Un tiempo para derribar y un tiempo para construir. Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar. Un tiempo para esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras. Un tiempo para abrazarse y un tiempo para apartarse. Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar de buscar. Un tiempo para guardar y un tiempo para botar. Un tiempo para rasgar y un tiempo para remendar. Un tiempo para callar y un tiempo para hablar. Un tiempo para amar y un tiempo para odiar. Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz.

Eclesiastés 3:2‭-‬8 NTV


¿Cuál es el tiempo que estás viviendo en este momento?

Cada instante de la vida se nos presenta con la finalidad de enseñarnos algo. Un claro ejemplo es este tiempo de pandemia, en esta etapa de nuestra vida se nos han presentado diferentes situaciones que sabemos que van a pasar; no nos quedaremos para siempre en ellas, es por esta razón que debemos sacarle lo mejor a cada tiempo y pedirle al Señor qué enseñanza tiene para nosotros.


Hoy muchos están con dificultades económicas, otros por el contrario, les ha ido mejor. Otros pueden estar enfermos, otros experimentar la mejor salud. Puede haber otras personas con dificultades en su matrimonio, otros que se están casando, en fin. El Señor quiere que entendamos que hay diversos momentos en nuestro peregrinaje y de cada uno quiere que recibamos un aprendizaje y que tengamos en cuenta que en cualquier momento pasaremos de un estado a otro.



Cualquiera que sea el tiempo que estemos viviendo, debemos alabar al Señor, sean felices, sean tristes, sean tranquilos, sean nublados, nuestra adoración y gratitud deben estar continuamente en nuestra boca, conociendo que de cada una de las cosas vividas, tenemos algo que aprender.


Bendeciré al Señor en todo tiempo; continuamente estará su alabanza en mi boca.

Salmo 34:1 LBLA


¡Saca lo mejor de lo que estás viviendo hoy!


Dios te bendiga


Julia Andrea Bustamante





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