TRISTEZA DEL ESPÍRITU SANTO
No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención. Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
Efesios 4:30-32 NTV
Recordemos que el Espíritu Santo es aquel que habita en el corazón de todo creyente que confiesa con sus labios y todo su corazón que Jesucristo es el Señor de su vida; Dios el Padre y Jesucristo están en el cielo y ahora es su Espíritu Santo quien habita en medio de nosotros, es la promesa cumplida por el Señor antes de ascender al cielo, después de su muerte y resurrección.
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
S. Juan 14:16-18 RVR1960
El Espíritu Santo, además de ser Dios tiene las características de una persona , Él nos acompaña, nos exhorta, nos anima; La cita bíblica mencionada en el inicio del devocional nos enseña que el Espíritu Santo siente tristeza cuando observa un creyente con comportamientos inadecuados, pues su deseo es que adoptemos todo lo que nos ha enseñado a través de su Palabra y lo apliquemos a nuestra vida.
En el pasaje de las escrituras nos menciona varias actitudes que hacen entristecer su corazón, ¿será que alguno de esos comportamientos prevalecen en nosotros?
amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta; es el momento de hacernos una autoevaluación y examinar si estamos contristando al Espíritu Santo, pedirle perdón y corregir con actitudes que logren sacarle la mejor sonrisa al Señor, de la manera que se entristece, así también se alegra de ver un hijo que le obedece y le honra con su manera de vivir.
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón; Mis entrañas también se alegrarán Cuando tus labios hablaren cosas rectas.
Proverbios 23:15-16 RVR1960
Así que oremos cada día para agradar al Espíritu Santo y andar de la manera que Él nos aconseja, sabemos que es para nuestro propio bienestar.
Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
Efesios 4:-32 NTV
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