UN GRAN CAMPAMENTO

 


El ángel del SEÑOR monta su campamento alrededor de su gente fiel, y la protege.

Salmos 34:7 PDT


El anterior versículo es una promesa preciosa para los hijos de Dios; no podemos ver el mundo espiritual, sin embargo estamos convencidos la protección que nos ofrece es real , al punto de montar un campamento alrededor para defendernos y protegernos; un ejemplo de ello es Eliseo un profeta de Dios, el cual oró para que su Siervo pudiera ver con sus propios ojos que era verdad que no estaban solos, que Dios envía su ejército a cuidar de sus hijos cuando es necesario.


Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele los ojos a mi criado para que vea». Y el Señor le abrió los ojos al criado y este vio que estaban rodeados de caballos y carros de fuego. ¡No estaban solos en la montaña!

2 Reyes 6:17 NBV


No podemos desconocer que la promesa de protección es para quienes le somos fieles, Dios se complace en guardar a sus hijos, a quienes le aman, le temen y le obedecen.


Yo enviaré un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino, y te introduzca en el lugar que te he preparado. Hazle caso y escucha su voz; no te rebeles contra él, porque mi autoridad reside en él, y no perdonará sus actos de rebeldía. Si le haces caso y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios,

ÉXODO 23:20‭-‬22 BHTI


El Señor es el comandante de la corte celestial, es el capitán del campamento que nos rodea, solo da la orden y sus ángeles le obedecen.


Porque él ordena a sus ángeles que te protejan por dondequiera que vayas. Te sostendrán con sus manos y evitarán que tropieces con las piedras del camino. Porque el Señor dice: «Por cuanto me ama, yo lo libraré; lo protegeré porque confía en mi nombre. Cuando me llame, yo responderé; estaré con él en la angustia, lo libraré y lo honraré.

Salmo 91:11‭-‬12‭, ‬14‭-‬15 NBV


¡Ya sabes! Tú que amas a Dios tienes a disposición UN GRAN CAMPAMENTO, el ángel del Señor te rodea con su protección, su cuidado y no va a permitir que nadie te haga daño, aunque no lo veas ¡contigo está!


Dios te continúe bendiciendo


Julia Andrea Bustamante

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