UN TEMPLO PARA HABITAR

Ustedes deberían saber que son el templo de Dios y el Espíritu de Dios vive en ustedes.

1 Corintios 3:16 PDT

Que hermoso es saber que el dueño del universo, el creador de todo cuanto existe, desea habitar en cada uno de los que hemos recibido al Señor Jesús en el corazón, por tal motivo debemos mantener adecuadamente nuestro ser que es ese templo, para que el Señor se sienta a gusto dentro de nosotros.

El enemigo de Dios está muy interesado en hacer que contaminemos nuestro cuerpo ofreciéndole una cantidad de opciones para manchar y deshonrar el lugar donde quiere habitar el Espíritu Santo.

No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.

Romanos 6:13 NTV

¿Te has puesto a pensar que parte de tu cuerpo puede estar deshonrando al Señor? Aquí van algunas ideas:

¿Qué están mirando tus ojos?¿Qué estás escuchando?

¿Aquello que te mantiene la mente ocupada, le da honor al Señor?

¿Qué has estado palpando, tus manos han tocado lo indebido?

¿Qué tipo de cosas has estado consumiendo?

Es momento de realizar una autoevaluación, saber cuál o cuáles partes de nuestro cuerpo pueden estar siendo contaminados ¿sabías que cuando esto sucede el Espíritu de Dios se puede sentir triste? 

No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.

Efesios 4:30 NTV

Recordemos que desde el momento que el Señor entra en  nosotros, debemos rendirle todas nuestras áreas, permitirle ser nuestro Señor en todos los sentidos.

Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Gálatas 2:20 NTV

El Señor no debe ser un invitado a ratos, sino ser el principal integrante de nuestra vida.

Dios te bendiga

Julia Andrea Bustamante