UNOS BUENOS AZOTES
«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama y azota a todo el que recibe como hijo». Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. Porque, ¿qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos.
Hebreos 12:5-8 NVI
Recordemos que solo aquellos que hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón, quienes hemos aceptado su Salvación y su amor somos adoptados como sus hijos.
El que es la luz (Jesús) estaba en el mundo, y Dios creó el mundo por medio de él, pero el mundo no lo reconoció. Vino a este mundo, que es suyo, y los suyos no lo recibieron. Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en él, LES DIO EL DERECHO DE SER HIJOS DE DIOS. Los hijos de Dios no nacen de la sangre, ni por deseos naturales o por voluntad humana, sino que nacen de Dios.
Juan 1:10-13 NBV
Cuando llegamos a hacer parte de la familia de Dios y al ser adoptados como sus hijos, debemos saber que una de las formas del Señor demostrarnos su amor es cuando nos disciplina; al corregirnos nos está dando a entender que somos importantes para Él; al ser un Dios Santo, quiere conservarnos en aquella santidad para preservar nuestra vida; es por eso que a veces se ve en la necesidad de darnos UNOS BUENOS AZOTES , tal como corrige un padre a un hijo que ama.
Por otra parte, nuestros padres humanos nos disciplinaban y los respetábamos. ¡Con cuánta mayor razón debemos someternos al Padre de los espíritus, para que tengamos vida! Nuestros padres nos disciplinaban por breve tiempo, de acuerdo CON LO QUE A ELLOS LES PARECÍA MEJOR; pero Dios lo hace para nuestro bien, para que seamos santos como él.
Hebreos 12:9-10 NBV
Si un Padre de familia conoce la mejor forma de reprender a sus hijos, cuánto más nuestro Padre Celestial utiliza diversas maneras de disciplinarnos, LOS BUENOS AZOTES en algunas ocasiones son aquellas pruebas de salud, financieras, familiares, laborales, ministeriales que nos llevan a aprender bien la elección y a obedecer a Dios.
Si hoy estás sintiendo UNOS BUENOS AZOTES del Padre amoroso, es motivo de sentir alegría, Dios te está tratando como a hijo legítimo y además aprenderás la lección.
El sufrimiento me hizo bien, porque me enseñó a prestar atención a tus decretos. Tus enseñanzas son más valiosas para mí que millones en oro y plata.
Salmos 119:71-72 NTV
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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