VASOS


 

"Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra."

2 Timoteo 2:20-21


En el anterior Texto, Pablo utiliza un ejemplo acerca de los "vasos" para ilustrar nuestra vida como creyentes. En una casa grande, hay diferentes tipos de utensilios o vasijas, algunos son de oro y plata, y otros de materiales más comunes como madera o barro. Cada uno tiene un propósito específico, pero los que son "para honra" están destinados a usos muy especiales.


La enseñanza principal de este texto es que Dios quiere que seamos vasos de honra. Ser un vaso de honra significa ser un instrumento que Dios puede usar para Su gloria y Sus propósitos. 


Lo anterior requiere una vida de santificación y limpieza espiritual; para ser vasos de honra, Pablo menciona que debemos limpiarnos de todo lo que es deshonroso.


Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 

2 Timoteo 2:21 RVR1960


Esto implica apartarnos del pecado y de todo lo que nos aleja de Dios, el Señor nos promete limpiarnos, cuando reconocemos que hemos pecado y nos arrepentimos.


Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 

1 Juan 1:9 RVR1960


Ser un vaso de honra también significa estar disponible para ser usado por Dios, esto implica estar listos para obedecer y servir en cualquier momento.


Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 

Efesios 2:10 RVR1960


Un vaso de honra no solo es puro y útil, sino que también está dispuesto para toda buena obra.


Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.

2 Corintios 9:8 RVR1960


¿Cómo podemos convertirnos en vasos de honra? Lo primero paso es evaluar nuestra vida y ver si hay algo que necesite ser limpiado. Pidamos al Espíritu Santo que nos revele cualquier área en la que estemos fallando y confesemos esos pecados. Luego, enfoquémonos en vivir una vida que refleje la pureza y la disponibilidad para servir a Dios. Cada día es una oportunidad para ser un vaso de honra, listo y dispuesto para ser usado en la obra de Dios.


Oremos:

Señor, gracias por tu llamado a ser vaso de honra en tu casa. Ayúdame a limpiar mi vida de todo lo que no te agrada. Hazme útil para tu obra y dame un corazón dispuesto para hacer tu voluntad en todo momento. Que mi vida sea un reflejo de tu gloria y amor. Amén.



¿Qué tiño de vaso te gustaría ser?

Dios te continúe bendiciendo 


Julia Andrea Bustamante

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