¡VETE Y NO PEQUES MÁS!
Enderezandose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
S. Juan 8:10-11 RVR1960
La anterior es la conversación que tuvo Jesús con una mujer a la cual estaban a punto de apedrear por ser sorprendida en el mismo acto de adulterio; pues en el antiguo testamento esa era la sentencia para este tipo de pecado (Levítico 20:10); sin embargo Jesús con su gran amor le dice que aunque ella merecía el castigo y la condenación, Él es la Justificación por su pecado y todo lo que había cometido, toda su transgresión era perdonada y le da el mejor de los consejos : VETE Y NO PEQUES MÁS.
Al decirle VETE a esta mujer es: Hoy eres libre de todo demonio del pecado, continúa tu vida, te vas a enfrentar nuevamente a tentaciones, vas a continuar en este mundo pero te aconsejo: NO PEQUES MÁS, hoy te dado libertad ya no te vuelvas a esclavizar, las consecuencias serían muy serias, serían de muerte y separación eterna de Dios.
Cuando un espíritu malo sale de alguien, anda por el desierto buscando donde descansar. Al no encontrar ningún lugar, dice: “Mejor regresaré a mi antigua casa y volveré a vivir en ella”. Cuando regresa, la encuentra desocupada, limpia y ordenada. Entonces va y busca a otros siete espíritus peores que él, y todos ellos entran en aquella persona y se quedan a vivir allí. ¡Y esa pobre persona termina peor que cuando solo tenía un espíritu malo! Esto mismo va a pasarles a ustedes, porque son muy malos.
Mateo 12:43-45 TLA
En el momento de recibir libertad y perdón, debemos hacernos siervos de aquel quien nos liberó, en este caso de Jesús y permitirle habitar en nuestro corazón.
Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud.
Gálatas 5:1 NVI
Pero ahora, liberados del pecado, se han hecho esclavos de Dios. Como resultado, se dedican sólo a Dios y eso los llevará a la vida eterna. El pecado da como pago la muerte, pero Dios da como regalo la vida eterna en unión con nuestro Señor Jesucristo.
Romanos 6:22-23 PDT
Una de las maneras de no practicar el pecado es ser agradecidos por lo que Él ha hecho y recordar su amor derramado en la Cruz, ¿Cómo podríamos defraudar a aquel que lo dió todo por nosotros?
¿Cómo le puedo pagar al SEÑOR por todo el bien que me ha hecho? Él me salvó, así que brindaré por él, y alabaré el nombre del SEÑOR. Cumpliré frente a todo el mundo las promesas que le hice al SEÑOR. SEÑOR, yo soy tu siervo, hijo de una sierva tuya. Tú has roto mis cadenas. Te haré mi ofrenda de agradecimiento; invocaré el nombre del SEÑOR. Cumpliré frente a todo el mundo las promesas que le hice al SEÑOR,
Salmos 116:12-14, 16-18 PDT
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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