VUELVE LA ALEGRÍA
Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices.
Salmos 30:5b TLA
Nuestro Dios hizo a cada ser humano con la facultad de experimentar diferentes sentimientos o estados de ánimo, uno de ellos es la alegría y su deseo es vernos permanentemente felices; sin embargo a causa del pecado del hombre, ésta alegría se ha visto afectada y las consecuencias son las aflicciones a veces inevitables, que a la larga nos enseñan la obediencia y la dependencia del Señor.
No podemos en ningún momento dudar que el interés de Dios siempre ha sido vernos dichosos; su misericordia, su amor es más grande que aquello que podamos estar pasando y Él hace todo lo posible para vernos sonreír nuevamente.
De acuerdo al texto bíblico inicial, observamos que las cosas pueden cambiar de un momento a otro; en la noche podemos estar con una profunda tristeza y derramar muchas lágrimas, sin embargo mientras pasan las horas de nuestro llanto, sin darnos cuenta, Dios está tornando todo a favor y respondiendo a nuestro clamor, pues no duerme aquel que cuida de nosotros.
Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.
Salmo 121:4 NVI
Nuestro amigo Jesús, intercesor incansable, siempre estará delante del Padre Celestial haciendo rogativas por nosotros, hará todo para vernos sonreír , pues se compadece de nosotros, es nuestro amigo fiel; Lo mismo que hizo cuando sus amigas Marta y María estaban tristes por la muerte de su hermano Lázaro, puede hacerlo por nosotros que somos sus amigos, su llanto terminó y llegó una profunda alegría.
Y cuando Jesús la vio llorando, y a los judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció. Jesús lloró. Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido, fue* al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella. «Quiten la piedra», dijo* Jesús. Marta, hermana del que había muerto, le dijo*: «Señor, ya huele mal, porque hace cuatro días que murió». Jesús le dijo*: «¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?». Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos, y dijo: «Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que Tú me has enviado». Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!». Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo*: «Desátenlo, y déjenlo ir».
Juan 11:33, 35, 38-44 NBLA
Independientemente de lo que estés pasando, debes creer que tienes a alguien interesado en verte sonreír y que todo lo que estás viviendo será tornado para bien y tu alegría volverá, no lo dudes.
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
Comentarios
Publicar un comentario