YO SOY LA LUZ
Jesús volvió a hablarle a la gente: Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida.
Juan 8:12 TLA
Cuando nos hemos encontrado en medio de la oscuridad de la noche por fallas en la energía o cuando hemos estado en el campo y no se puede percibir ningún destello de luz, podemos experimentar muchas cosas: Miedo, impotencia, nos podemos tropezar, podemos chocarnos con algún objeto o con alguna persona, lesionarnos o lastimar a otros.
Espiritualmente existe una ceguera que el Señor Jesús quiere quitar de nuestros ojos, su deseo es que podamos ver cómo Él ve y este es el tiempo.
En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.
Isaías 29:18 RVR1960
La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo , y Cristo a su vez nos muestra la grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no pueden verla, porque Satanás no los deja.
2 Corintios 4:4 TLA
Dios en su misericordia y propósito con los seres humanos, sabía que Pablo le serviría para llevar luz a muchos lugares, ya lo había elegido para llevar esa chispa encendida para alumbrar a toda la humanidad, es así como Jesucristo se le presenta y su luz resplandeciente hace que su vida sea iluminada, transformada para así poder dar testimonio de la Luz de Jesús, esa luz que no permite que sientas miedo, que no deja que tropieces, que no permite que te lastimes, ni causes dolor a otras personas, esa luz que no dejará avergonzado a ninguno de sus hijos. Veamos que dice la biblia:
Saulo estaba furioso y amenazaba con matar a todos los seguidores del Señor Jesús. Por eso fue a pedirle al jefe de los sacerdotes unas cartas con un permiso especial. Quería ir a la ciudad de Damasco y sacar de las sinagogas a todos los que siguieran las enseñanzas de Jesús, para llevarlos presos a la cárcel de Jerusalén. Ya estaba Saulo por llegar a Damasco cuando, de pronto, desde el cielo lo rodeó un gran resplandor, como de un rayo. Saulo cayó al suelo, y una voz le dijo: ¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? ¿Quién eres, Señor? preguntó Saulo. Yo soy Jesús respondió la voz. Es a mí a quien estás persiguiendo.
Hechos 9:1-5 TLA
Así como Saulo, quien más adelante fue llamado el apóstol Pablo, se encontró con la luz y fueron esparcidas todas sus tinieblas, el Señor quiere alumbrarnos y quitar las vendas que el enemigo haya puesto en nuestros ojos.
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
Hechos 9:17-18 RVR1960
Jesús y su palabra nos alumbra el camino, nos ayuda a permanecer de pie, a no resbalar, es la lámpara para guiarnos, para mostrarnos como transitar en la vida y ayudar a otros a encontrar su Luz, pues un ciego no puede guiar a otro ciego.
Jesús también les puso esta comparación: «Un ciego no puede guiar a otro ciego, porque los dos caerían en el mismo hueco.
Lucas 6:39 TLA
Tu palabra es una lámpara que alumbra mi camino.
Salmos 119:105 TLA
Déjate alumbrar por la Luz de Jesús
Julia Andrea Bustamante
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