ZARANDEADOS COMO A TRIGO
Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.
Lucas 22:31-32 LBLA
Para comenzar debemos conocer la definición de la palabra zarandear:
Es mover una cosa de un lado a otro con rapidez y energía;
(limpiar o colar con zaranda, separar lo deseable o precioso de lo indeseable o común)
Todos en la vida experimentaremos zarandeos, pruebas tan impresionantes que nos agitan, nos sacuden de tal forma que creemos no vamos a aguantar; ese fue el caso de Pedro, el discípulo de Jesús. Satanás le pidió permiso al Señor para pasarlo por una tremenda prueba, moverlo de tal manera que sintiera dolor. Sin embargo este zarandeo hizo una transformación en Pedro y quedó lo más valioso de él. El Señor al ser omnisciente, sabe muy bien que todas esas cosas que aparentemente son "malas" a nuestros ojos nos ayudarán para formar una mejor versión de nosotros.
Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.
Romanos 8:28 PDT
Del pasaje inicial de las escrituras me impresionan además las palabras de Jesús al decir que oró al Padre para que la fe de Pedro no le faltara y más impactante aún al decir que cuando todo pase regresaría para fortalecer a sus hermanos.
Pedro a través de su zarandeo creció espiritualmente y fue uno de los discípulos que se encargó de dar a conocer al Señor y animar a sus hermanos en la fé; el Poder del Espíritu Santo en él fue tal, que hasta sanaba con la sombra, predicaba y muchedumbres se convertían a Dios, fue un referente para la iglesia primitiva.
Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.
Hechos 5:14-15 RVR1960
Todo lo anterior nos debe animar, saber que si estamos siendo pasados por la Zaranda de Dios, nuestra vida tendrá un cambio para bien, de allí saldrá lo mejor que tenemos y al regresar podremos ayudar a otros para que con nuestro testimonio su fe sea fortalecida.
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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