ACTA ANULADA

ANULANDO EL ACTA de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.

(Colosenses 2:14, RVR60)  

En la antigüedad, cuando alguien era condenado por un delito, se escribía un documento con los cargos en su contra (un "acta de decretos"). 

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 6:23 RVR1960

Espiritualmente, la humanidad estaba bajo una sentencia de muerte por el pecado, Pero ¡Cristo tomó ese documento de condenación y lo clavó en la cruz! 

Por medio de la ley es que se conoce la transgresión del pecado. (Romanos 3:20). Nadie podía cumplirla perfectamente (Romanos 3:23), y el salario del pecado era la muerte (Romanos 6:23). Era como un "registro legal" en nuestra contra.  

¿Te has sentido condenado por tus errores? Recuerda: ¡Dios no quiere que vivas bajo esa carga!  

En el texto inicial de Colosenses 2:14 dice que Jesús anuló el acta; la invalidó legalmente, la clavó en la cruz, o sea que la deuda fue saldada, Ya no hay condenación (Romanos 8:1). 

Yo, yo soy el que borro tus rebeliones… y no me acordaré de tus pecados.

Isaías 43:25

Imagina un pagaré cancelado con un sello que dice: PAGADO EN SU TOTALIDAD.  

Jesús no solo borró nuestra deuda, sino que nos dió su justicia;

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él. 

(2 Corintios 5:21). 

Ahora somos más que vencedores, por el acto más amoroso que se haya visto en la historia de la humanidad.

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Romanos 8:37 RVR1960

Jesús fue la ofrenda única y  definitiva para santificarnos:

Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

(Hebreos 10:14).  

 Si Dios te ha perdonado, ¡no vivas como esclavo del pasado!  

Oremos:

Señor, gracias porque clavaste mi pecado en la cruz y me diste vida nueva. Ayúdame a caminar en tu libertad, recordando que ya no hay condenación para mí. En el nombre de Jesús, amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante