¡ALMA, RECUERDA!

Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.

Salmo 103:2 NVI

El alma, es la parte de nuestra vida que tiene la capacidad de pensar, decidir y sentir emoción, es por eso que el salmista le habla a su misma alma y le da dos instrucciones:

1. Alaba alma mía al Señor:

Alabar a Dios es exaltar, honrar, reconocer sus atributos, su grandeza, es darle el lugar que tiene ; a veces le damos más fácil la honra a un ser humano imperfecto que al único digno de Gloria y honor.

Por eso, alaben a Dios nuestro Salvador. Por medio de nuestro Señor Jesucristo reconozcan su grandeza, poder y autoridad. Alabemos a Dios por todo esto ahora y siempre. Amén.

Judas 1:25 TLA

2. No olvides ninguno de sus beneficios.

Debemos ser agradecidos y recordar con alegría cada bendición que Dios nos ha regalado, dentro de tantos beneficios podemos encontrar los siguientes y es motivo de vivir felices para siempre como lo expresó el Salmista:

Mi Dios me perdonó todo el mal que he hecho; me devolvió la salud, me libró de la muerte, ¡me llenó de amor y de ternura! Mi Dios me da siempre todo lo mejor; ¡me hace fuerte como las águilas! Mi Dios es un juez justo que reconoce los derechos de la gente que sufre. Mi Dios es muy tierno y bondadoso; no se enoja fácilmente, y es muy grande su amor. No nos reprende todo el tiempo ni nos guarda rencor para siempre. No nos castigó como merecían nuestros pecados y maldades. Su amor por quienes lo honran es tan grande e inmenso como grande es el universo. Apartó de nosotros los pecados que cometimos del mismo modo que apartó los extremos de la tierra. Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos. Y ustedes, sus criaturas, que llenan todos los rincones de todo lo que existe, ¡alaben a mi Dios! Yo, por mi parte, ¡alabaré a mi Dios, con todas las fuerzas de mi ser!

Salmos 103:3‭-‬6‭, ‬8‭-‬13‭, ‬22 TLA

¡Así que juntos recordemos a nuestra alma la alabanza y gratitud al Rey de Reyes y Señor de Señores!

Dios te bendiga

Julia Andrea Bustamante