¡ENFÓCATE!
A lo largo de la vida, muchas cosas pueden tratar de distraernos de nuestra relación con Dios: preocupaciones, deseos materiales, problemas cotidianos o incluso momentos de éxito. Sin embargo, la Biblia nos llama constantemente a mantener nuestros ojos puestos en el Señor, sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda.
"Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."
Hebreos 12:2
Este versículo nos insta a fijar nuestra mirada en Jesús, no solo porque Él es el origen de nuestra fe, sino porque también es quien la perfecciona. Cuando nuestra atención se desvía de Él, es fácil perder el propósito y la dirección. Jesús soportó la cruz con la mirada puesta en el gozo que vendría después, y nosotros, al fijarnos en Él, podemos mantener la misma perspectiva.
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
Mateo 6:33
Aquí, Jesús nos enseña que nuestra prioridad debe ser buscar el reino de Dios, no las cosas temporales de este mundo. Al enfocarnos en Él, todo lo demás en nuestra vida caerá en su lugar.
Al mantenernos enfocados en el Señor, nuestras decisiones, pensamientos y acciones reflejarán Su voluntad. Cuando nuestra atención se desvía hacia cosas temporales, el miedo, la ansiedad y el caos pueden tomar el control. Pero si permanecemos enfocados en Él, encontraremos paz y dirección.
¿Qué cosas están compitiendo por tu atención y distrayéndote del Señor?
¿Cómo puedes reorientar tu enfoque hacia Él en tus actividades diarias?
Oremos: "Señor, ayúdame a mantener mis ojos puestos en Ti. No permitas que las preocupaciones o distracciones de este mundo me alejen de tu voluntad. Que mi enfoque siempre esté en Ti, para que mi vida refleje tu propósito y tu paz. En el nombre de Jesús, amén."
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
Amén.
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