LA BENDICIÓN DE ESTAR EN CASA

 


"Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad".

Salmo 84:10


En estos días de tanto invierno, Dios ha hablado a mi corazón, cuando nos exponemos al salir a nuestros lugares de trabajo o a otros lugares, cuando estamos fuera de nuestras casas podemos experimentar peligros, oscuridad, tempestades, las inclemencias de la naturaleza, tentaciones;  todo lo contrario sucede al llegar a nuestro hogar, en nuestra casa podemos sentirnos seguros, tranquilos, protegidos, guardados, felices; de la misma manera se vive espiritualmente; la presencia de Dios es un lugar de bendición y gozo incomparables. En Su casa encontramos refugio, consuelo y fortaleza. Es un privilegio estar cerca de Él, adorándolo y buscando Su rostro.


"Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo".

Salmo 27:4 


El salmista expresa su anhelo de estar en la casa de Dios continuamente, para contemplar la belleza del Señor y buscar Su dirección. Es un llamado a buscar la presencia de Dios de manera constante, reconociendo que en Él encontramos plenitud y dirección para nuestras vidas, el valora más un solo día cerca de Dios en Su casa que mil días en cualquier otro lugar lejos de Él. Esto resalta la importancia y la bendición de buscar la cercanía de Dios y disfrutarlo.


¡Que bendición es habitar en casa!


Oremos: Señor, gracias por la bendición de poder habitar en casa, tanto física como espiritualmente. Ayúdame a valorar y buscar tu presencia cada día. Que mi corazón anhele estar cerca de Ti, adorándote y aprendiendo de Tu Palabra. Que Tu presencia sea mi refugio y mi fortaleza en todo momento. Amén.


Dios te continúe bendiciendo 


Julia Andrea Bustamante


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