PUEDES ESTAR EN PELIGRO

 

 

“No te hagas amigo de la gente enojona ni te juntes con los que pierden los estribos con facilidad, porque aprenderás a ser como ellos y pondrás en peligro tu alma.”

Proverbios 22:24-25 (NTV)

Muchas veces pensamos que las personas que nos rodean no nos afectan, pero la Biblia es clara: lo que miras, escuchas y compartes, tarde o temprano se te pega. La ira, el enojo descontrolado y las malas actitudes son como un virus: si te expones demasiado, tu corazón se va contagiando.

Dios nos advierte porque sabe que el alma es frágil: lo que hoy parece “solo una amistad” o “una actitud pasajera” puede terminar moldeando nuestro carácter y alejándonos de la paz que Él quiere darnos.

“No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque las malas compañías corrompen el buen carácter.”

1 Corintios 15:33 (NTV)

Es sencillo: si te rodeas de personas que siempre están en pleitos, lo normal será que tú también entres en ese ambiente. No porque quieras, sino porque el ambiente te forma.

“Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” Proverbios 13:20 (NTV)

El alma está en peligro cuando subestimamos la influencia de quienes nos rodean. No se trata de rechazar a las personas, sino de poner límites saludables. Puedes amar a alguien, orar por él, pero si su carácter te arrastra al enojo o al pecado, necesitas tomar distancia para proteger lo más valioso que tienes: tu corazón delante de Dios.

Preguntémonos ¿las personas más cercanas a mí me ayudan a acercarme a Dios o me alejan de Él? Si descubres que tu ambiente está contaminando tu alma, toma una decisión sabia: aléjate un poco, busca rodearte de quienes te animen a crecer en fe, paciencia y paz.

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante