¿QUÉ TE DUELE?

 La gente lo despreció y hasta su amigos lo abandonaron; era un hombre lleno de dolores y conocedor del sufrimiento. Y como alguien a quien otros evitan, lo despreciamos y no pensamos que fuera alguien importante.  Verdaderamente Él soportó todos nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores. Aunque nosotros pensamos que Dios lo había castigado, golpeado y afligido,  en realidad Él fue traspasado debido a nuestra rebeldía. Fue magullado por las maldades que nosotros hicimos. El castigo que Él recibió hizo posible nuestro bienestar. Sus heridas nos hicieron sanar a nosotros.

Isaías 53:3‭-‬5 PDT

Para iniciar vamos a ver lo que significa la palabra dolor, según el diccionario:

Percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más o menos intensa, molesta o desagradable y que se siente en una parte del cuerpo; es el resultado de una excitación o estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas, También se define como el sentimiento intenso de pena, tristeza o lástima que se experimenta por motivos emocionales o anímicos.

Con la anterior definición podemos deducir que el dolor, es un estado desagradable por el que pasamos los seres  humanos, dónde nos vemos en una necesidad desesperante de experimentar alivio. 

La maravillosa respuesta del Señor es que todos nuestros dolores fueron cargados por Él en la Cruz. Tus dolores y los míos fueron llevados por Jesús, su gran amor lo llevó a sacrificarse de tal manera que entregó su vida y así darnos sanidad. Su resurrección nos da muestra que la muerte y el dolor fueron vencidas en la Cruz del calvario.

Jesús sufrió el dolor de la muerte, pero Dios lo liberó: lo resucitó porque la muerte no podía retenerlo.

Hechos 2:24 PDT

¿Cuál es tu dolor?

¿Hay alguna enfermedad que hace que sientas dolor y no puedas dormir?

¿Tienes una necesidad económica que te hace doler hasta las coyunturas?

¿Te han herido tanto tu alma que todavía estás sangrando en tu corazón?

¿Te duele alguna decepción que has recibido de alguien que no pensabas?

¿Sientes que están siendo injustos contigo?

¿Estás pasando por pruebas y te está doliendo por la temperatura del fuego?

Cualquiera que sea el dolor que tengas, debes ir al Varón de dolores, aquel que fue  experimentado en sufrimiento: Jesucristo, su naturaleza fue 100% celestial aquí en la tierra, pero también fue 100% hombre. Él entiende y conoce muy bien que es sufrir. Al acudir a Él vas a experimentar el alivio a cualquier tipo de dolor que estés pasando. Compruébalo. Yo ya lo hice, por eso te lo estoy contando, te doy garantía de ello.

Oremos:

Padre celestial, gracias por el regalo maravilloso de tu Hijo, gracias porque has cargado en Él nuestro dolor, hoy acudimos a ti como el médico sanador y te pedimos en el nombre de Jesucristo que tomes nuestro dolor, oramos creyendo que en ti hay sanidad y desde ahora me declaro libre de toda dolencia, Amén.

Dios te bendiga

Julia Andrea Bustamante